Durante los carnavales de Lesaca, las calles de la localidad se convierten en una pesadilla para niños y niñas que son perseguidos por los "zaku zaharrak". Estos personajes de aspecto feroz se visten con un saco para el cuerpo y otro para cada pierna y en ellos introducen hierba seca, de manera que sólo dejan descubiertos sus brazos. Ocultan sus rostros con un trapo blanco y cubren sus cabezas con sombreros de paja. Para completar su indumentaria utilizan la «pixontzia», que es una vejiga de cerdo inflada atada a un palo con la que arremeten contra los más chicos. 

Finalmente se hace justicia estos personajes reciben castigo por sus fechorías. Los niños se toman su venganza y para ello destrozan y queman los disfraces y las «pixontziak» al finalizar la jornada.

 

La música de la Banda de Música de Lesaka que les acompaña animará el recorrido tradicional que acaba en la plaza donde, agarrados a unas anillas de hierro de la pared, para que no se caigan, se dejarán quitar el “singular traje”. Aunque esto sea lo más característico de los carnavales tambien debe destacarse el ambiente que se vive el lunes con la salida de carrozas por el pueblo. Unos días antes, en el denominado Jueves Gordo, los niños habrán tenido su día

 

 

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Lesakak ere baditu bere inhauteri ospetsuak. Kasu honetan, Zakuzarrak dira protagonistak. "Zaku-zaharrak" aurpegia zapiz estalita eta lastoz beteriko zakuez jantzitako pertsonaiak dira, iluntzean karriketan barna dabilen jendea jotzeko asmotan puztutako maskuriak daramatzatenak.

 

Nekatzen direnean, atsedena hartzeko, batzuk besteen gainean jartzen dira lurrean. Mairuen ezaugarri nagusietakoa, beren zapela, koloreko zintak zintzilik dituena. Goitarrek, txapela buruan, zuriz eta kaskabiloz jositako jertse gorria jantzita, kriskitinak jotzen dituzte.

 

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